La historia de Molly Malone no fue para nada afortunada, sin embargo una canción dedicada a ella se ha convertido en el himno no-oficial de Dublín. Y es que este tema musical narra la historia de una vendedora ambulante de pescado y marisco que llevaba este nombre.
Según se cuenta, esta hermosa muchacha vivió en el siglo XVII y durante el día iba por las calles de la zona portuaria de la ciudad vendiendo su mercancia, transportada en un modesto carrito. Sin embargo, por las noches ejercía otra profesión de más dudosa moralidad. También se dice que murió prematuramente en la calle, debido a la fiebre.
Aunque no hay ninguna certeza de quién fue, en 1988 se estableció que hubo una Molly Malone que murió el 13 de junio de 1699 y se estableció el 13 de junio como el día de Molly Malone.
Si os queréis hacer una foto junto a ella, actualmente existe una estatua que la recuerda al lado de la oficina de turismo en Suffolk Street.